Tras la muerte de su amada Vesper Lynd, el único objetivo de James Bond es encontrar a los responsables de su pérdida y vengarse. La captura del Sr. White y otras pesquisas llevan a 007 hasta Dominic Greene, un hombre de negocios aparentemente honrado que pretende hacerse con el control absoluto de un valioso recurso natural de Bolivia. Con la ayuda de Camille, una atractiva joven con sus propias motivaciones, Bond intentará por todos los medios posibles desbaratar los planes de Greene y asestar así un duro golpe a la misteriosa organización criminal a la que pertenece.
A diferencia de lo visto hasta ahora en la saga 007 está película arranca momentos después del final de Casino Royal con una gran persecución a gran velocidad en su mítico Aston Martin. Estos primeros momentos de acción son un buen prólogo a los grandes, y no pocos, momentos de acción que viviremos a lo largo de la película. En este sentido la película cumple con creces con tiroteos, explosiones y persecuciones por tierra, mar y aire y haciendo gala de unos planos impresionantes y unas escenas muy bien montadas que te dejan un buen sabor de boca.
Por otro lado presenciamos un cambio en el agente respecto a sus anteriores apariciones. Nos encontramos con un James Bond más brusco, que ha perdido parte su elegancia, su gran carisma, su encanto y que se centra más en la acción pura y dura. También otros de los tópicos de 007 desaparecen como los gachets e incluso el sexo y la sensualidad de las mujeres se ve reducida drásticamente en esta entrega. Resumiendo, nos encontramos ante un Bond duro, cínico y que no cambia de expresión sea la situación que sea.
Otra cosa a destacar es la poca profundización el los personajes, a destacar tanto en la chica Bond como en el villano de turno, algo que se echa en falta y que hace del film algo muy lineal y que no llega a contarte demasiado, esto junto con el final tan repentino que tiene te deja con un sabor agridulce.
Con todo esto nos encontramos con una película entretenida pero que dista mucho de ser la mejor película del agente secreto, el cual podría llamarse de otro modo y nadie se percataría. Así pues puede que a los fans de Roger Moore o Pierce Brosna no les guste nada este nuevo James Bond que nos ofrecen, pero ese no es inconveniente si lo que quieres es disfrutar de un par de horas con buena acción.
23 noviembre 2008
Quantum of solace, un Bond diferente
Comentado por -Burning- en 9:31 p. m.
Etiquetas: Cine/TV
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2 comentarios:
No vi Casino Royale, y tampoco voy a ver esta. No me cae bien este actor, le falta tooooodo el carisma de Brosnan xD
A mi como las peliculas de 007 no me interesan, como que me da igual el actor que se ponga XD
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